Comunicación Greencities&Sostenibilidad 2012/Comunicaciones/ Espacio Urbano

En un momento en el que un gran porcentaje de la población mundial se concentra en las áreas metropolitanas, cada vez más dispersas e insostenibles, la recuperación del suelo ya ocupado por la urbanización, persiguiendo una mejora de sus condiciones con criterios de sostenibilidad, es una de las grandes tareas pendientes para los urbanistas del s. XXI. En el Máster en Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática (MAyAB) de la Universidad Politécnica de Madrid se ha estado desarrollado un proceso metodológico encaminado a la rehabilitación de barrios residenciales mediante la adaptación de la metodología general que proponen las Agendas Locales 21. Éstas son documentos que reflejan los procesos e inquietudes de la sociedad actual, en aras de conseguir una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos, sin menoscabo del medio ambiente y considerando los recursos e iniciativas locales. Las Agendas no son un fin, sino un proceso, y en este sentido, desde el urbanismo, son muchas las consideraciones y apreciaciones que se pueden realizar. A la vista de los buenos resultados obtenidos por los alumnos del máster a lo largo de estos últimos seis años, se explica en esta comunicación el método seguido y algunos ejemplos de aplicación.

1.  Sentido y oportunidad de la rehabilitación a escala urbana

Tras dos siglos de crecimiento demográfico exponencial, la población se concentra en áreas urbanas favoreciendo la formación de megalópolis. La ciudad clásica, densa y compacta, claramente diferenciada del entorno rural, ha estallado dispersándose por el territorio, cada vez más fragmentado. Esto determina, junto con la disponibilidad de energía barata, el uso masivo del automóvil y, por tanto, la necesidad de grandes infraestructuras viarias de alta capacidad.

En la Unión Europea, donde el crecimiento demográfico es pequeño en comparación con otras zonas del planeta y donde existen amplios parques de vivienda, la generación de nuevo suelo para urbanizar y edificar es siempre un despilfarro, aunque se utilicen técnicas constructivas ecológicas. Por tanto, la sostenibilidad global depende, en gran medida, de la sostenibilidad de las áreas urbanas, y la sostenibilidad de éstas pasa necesariamente por la rehabilitación del suelo urbano consolidado.

2.  La necesidad de un enfoque integrado y participativo

La necesaria planificación urbana con criterios de sostenibilidad debe contemplar aspectos de economía energética y el aprovechamiento, en la medida de lo posible, de los recursos naturales y ambientales locales. La viabilidad de estos objetivos a medio y largo plazo, pasa necesariamente por afrontar el reto de la rehabilitación urbana desde una perspectiva integradora y flexible, que considere aspectos sociales, económicos, políticos, administrativos, ambientales y jurídicos.

Debido a la incapacidad de los instrumentos de planeamiento convencionales de priorizar los aspectos medioambientales frente al resto de parámetros, así como su excesiva rigidez, surge el instrumento de la Agenda Local 21, cuyo objetivo es disminuir los impactos negativos y conseguir un horizonte más beneficioso para la vida social, económica y urbana desde la sostenibilidad de las ciudades en sus territorios.

A partir de la conferencia Aalborg+10, además de los aspectos medioambientales, se ha hecho patente la necesidad de dar una mayor consideración a los aspectos sociales y económicos, con el fin de alcanzar actuaciones integradas en las propuestas de las Agendas 21, lo que las aproxima a los planteamientos de la Planificación Estratégica.

Las principales aportaciones de la Agenda Local 21 son la incorporación de la auditoría ambiental, la diagnosis integrada, la participación ciudadana y los indicadores ambientales:

a) La auditoría ambiental es el primer paso para realizar una Agenda 21. Recoge una información selectiva en la cual se intentan considerar las relaciones entre los aspectos ambientales, sociales, urbanísticos y económicos de la ciudad, integrada y espacialmente, de aquellas problemáticas más destacadas.

b) Concluida la auditoría ambiental, se realiza una diagnosis integrada de cara a los objetivos que se persiguen.

c) La participación ciudadana es la base del proceso, desde el inicio hasta el final, y la que va evaluando los logros a medio y largo plazo. Son las preocupaciones y prioridades de los vecinos la que deben poner en marcha los objetivos de la misma.[1]

d) Por último, en la Agenda 21, aparecen unos instrumentos específicos: los indicadores, que ayudan a la evaluación, control y revisión de los objetivos perseguidos en el camino hacia la sostenibilidad de las ciudades.

3.  El papel de los arquitectos en la gestión de planes y proyectos para ciudades

En primer lugar, es necesario decir, que el MAyAB es un curso de postgrado de la UPM, en la que la mayor parte de los alumnos son arquitectos. Esto significa que, además de pensar en los ámbitos ambiental, social y económico, se establece un mayor énfasis en los condicionantes urbanos, entendidos como marco real de análisis e intervención. A nuestro juicio las aportaciones de los arquitectos son muy valiosas, ya que por la formación multidisciplinar del arquitecto, y su práctica en la gestión completa de planes y proyectos, lo convierten en un profesional clave para la dirección y redacción de estos proyectos de regeneración urbana. Esto no debe ir en detrimento de la aportación de equipos multidisciplinares.

Sintéticamente, las aportaciones más significativas que puede hacer un arquitecto o urbanista en la redacción de este tipo de proyectos son las siguientes:

a)    Es capaz de espacializar los análisis y diagnósticos, buscando relaciones de proximidad, accesibilidad y movilidad de las variables estudiadas, lo que añade una componente de valoración cualitativa al estudio, muy aconsejable para evaluar equipamientos urbanos, servicios o proximidad a zonas verdes, que complementan la valoración cuantitativa.

b)    Es conocedor de las tipologías edificatorias y su relación con la caracterización del espacio urbano, en relación con variables socio-económicas. De hecho pueden existir relaciones entre determinadas tipologías edificatorias y el nivel socio-económico de sus residentes, de las que se puedan extraer estrategias oportunas. En la rehabilitación urbana este punto es muy importante, primero para el análisis y luego en las propuestas.

c)    Puede afrontar con éxito estudios sobre paisaje urbano, su problemática actual y las posibles soluciones. Especialmente importante en zonas degradadas o con ciertas tipologías edificatorias monótonas, monofuncionales y con problemas de identidad y de referencia para residentes y visitantes. Pueden analizar e intervenir en el espacio urbano desde su génesis, evolución y transformaciones a lo largo del tiempo, y por ello aportan una visión integrada en la diagnosis ambiental e ideas para el Plan de Acción. La transformación negativa del paisaje urbano acaecida en los últimos años, plantea la necesidad de articular medidas específicas que ayuden a paliar esta problemática.

d)    Es capaz de articular propuestas espacio-temporales en el Plan de Acción, que se integren con otras variables de la ciudad. En efecto, cualquier documento de planeamiento aporta una nueva ordenación espacio-temporal de la ciudad. Estas propuestas caben perfectamente en un Plan de Acción, de forma que ayudarán a materializar los objetivos en casos y situaciones urbanas concretas.

4.  Los talleres universitarios: Agendas 21 para la rehabilitación eficiente de barrios

La metodología de trabajo para el Taller de Rehabilitación Urbana Eficiente del MAyAB, entiende el medio ambiente urbano como el conjunto de factores físicos, ambientales, culturales, económicos y sociales que caracterizan las ciudades.

Dado que sólo una parte de los recursos necesarios son renovables, y que son las ciudades las principales consumidoras de materia y energía, se requiere un tratamiento cuidadoso para el uso eficiente de los mismos, así como para conseguir la calidad de vida de las personas en el momento actual y futuro. El concepto de desarrollo sostenible ligado al ámbito urbano, debe salvaguardar los recursos del entorno con el propósito de que las generaciones futuras puedan utilizar y disfrutar de un medio ambiente urbano digno y saludable.

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4.1 La selección del ámbito urbano

La selección de un ámbito urbano de intervención, coherente con las necesidades y los aspectos que se van a analizar, es prioritario. Las áreas de estudio que se han seleccionado durante estos seis años, han sido los siguientes:

  • Barrio de Canillas, Madrid (MAyAB-Madrid)
  • Casco Histórico de Vallecas y Ensanche, Madrid (MAyAB-Madrid)
  • Barrio de San Antón, Alicante (MAyAB-Alicante)
  • Barrio de Trinidad-Perchel, Málaga (MAyAB-Málaga)

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Todos ellos han sido seleccionados, además, con el fin de facilitar a los alumnos la realización del trabajo de campo y el contacto con los ciudadanos, parte fundamental e imprescindible en cualquier proceso de regeneración urbana.

4.2  Las mesas sectoriales. Puesta en común: participación y discusión

A fin de no perder esta estructura combinada de análisis técnicos y participación ciudadana, los talleres de Rehabilitación Urbana Eficiente del MAyAB-UPM, se estructuran en mesas sectoriales, que abren la discusión y el debate entre los alumnos.

Se organizan tres mesas sectoriales; una mesa urbanística; una mesa socio-económica y por último una mesa ambiental. Estas mesas son diferentes a las convencionalmente establecidas por las Agendas Locales 21 (ambiental, social y económica) y tienen sentido considerando la formación académica de los alumnos. Se hace especial énfasis en la discusión de temas específicos de cada mesa, y en la materialización de los problemas sectoriales sobre el plano urbano, de forma que queden perfectamente espacializados todos los temas.

A modo de ejemplo algunos de los aspectos estudiados por cada mesa son:

Mesa Ambiental:

  • Localización, jerarquía y acceso a las zonas verdes del barrio
  • Situación de los contenedores y reciclado de residuos
  • Niveles de ruido superiores a lo tolerable de día o de noche
  • Relación con las áreas abiertas periurbanas o con corredores fluviales
  • Localización de antenas y centros de transformación
  • Situación de la industria y relación con los vientos dominantes de invierno y verano
  • Estudio de soleamiento en el espacio público y en las edificaciones
  • Relación de espacios urbanos con confort térmico en invierno o verano
  • % de azoteas planas, susceptibles de convertirse en cubiertas verdes o fotovoltaicas
  • Flora y fauna urbana relevante
  • Actividades insalubres o contaminantes de alto riesgo
  • Escorrentías urbanas. Vías de agua natural
  • Estudio del agua de lluvia, gris y negra a nivel urbano
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Mesa Socio-económica:

  • Precio de la vivienda por calles y áreas
  • Renta y nivel de ingresos por áreas
  • Nivel de estudios
  • Población niños, adultos y ancianos y relaciones entre ellos
  • Tasa de paro por áreas
  • Calles comerciales, antigüedad de los comercios, renovación y transformaciones
  • Polos de actividad
  • Centros asociativos vecinales, o por aficiones, o por motivos religiosos
  • Actividades recreativas y de ocio del barrio
  • Población activa y dependiente
  • Existencia de sectores de población por origen, nivel de instrucción, etc.
  • Tasa de delincuencia, inseguridad etc.
  • Relación entre vivienda en propiedad y vivienda en alquiler

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Mesa Urbanística:

  • Caracterización morfológica y tipológica de la edificación
  • Movilidad urbana: transporte público, automóvil, metro, cercanías, bici.
  •  Movilidad urbana peatonal, calles con mayor y menor número de peatones
  • Accesibilidad peatonal calles pendientes < 8% o superiores
  • Aparcamiento en superficie o bajo rasante, existencia, estado, etc,
  • Inventario de las zonas verdes del plan general, estado de conservación y tipo de árboles
  • Cuantificación y localización de equipamientos urbanos; educativos, religiosos, deportivos, bienestar-social, culturales y sanitarios
  • Radios de influencia de las paradas de metro y autobús
  • Acceso a zonas verdes andando
  • Relación entre zonas verdes y equipamientos urbanos
  •  Usos urbanos, relación entre uso residencial, terciario, industrial, y dotacional
  • Relación con el centro urbano o con polos de actividad externos al barrio
  • Estudio del paisaje urbano, nodos, sendas, bordes e hitos.
  • Relación entre la morfología  espacial de tejidos y la cronología del lugar
  • Lugares de interés, plazas de reunión, actividades espontáneas, etc.

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Obsérvese la amplitud de los temas tratados y la gran diferencia con análisis urbanísticos convencionales. Otro punto a destacar es la calidad grafica y visual de los planos y su alta capacidad de comunicación, tanto del contenido analítico como propositivo. Algunos de ellos han sido realizados a mano alzada y otros mediante medios informáticos en 2D y en 3D (técnicas de libre elección para los alumnos).

Elaborados los planos de análisis y diagnosis, se hace una puesta en común con un doble objetivo: en primer lugar abordar la participación y discusión entre todos los alumnos, y en segundo lugar para que se tenga un conocimiento integrado y rápido de todas las áreas.

4.3  Análisis DAFO y diagnosis integrada

 18.GC-Comunicaciones 7Finalizado el trabajo en mesas sectoriales, el taller de Agendas y Rehabilitación Urbana Eficiente del MAyAB se divide en grupos de tres o cuatro personas para afrontar los siguientes pasos:

  • Selección de indicadores de estado
  • Determinación de los problemas principales y de las acciones prioritarias
  • Análisis DAFO
  • Elaboración del plano de diagnosis sintética

La selección de estas herramientas de análisis, diagnóstico y detección de la problemática prioritaria es muy oportuna para alcanzar un Plan de Acción concreto, eficaz, realista y enmarcado dentro de las preocupaciones vecinales. Generalmente, las Agendas 21 reales suelen optar casi exclusivamente por la herramienta de los indicadores, primero de estado y después de sostenibilidad. Los indicadores son muy apropiados, pero no suficientes, por lo que conviene combinarlos con el análisis DAFO, lo que arroja mucha luz de cara a las propuestas finales. No hay que olvidar que la complejidad de cada localidad precisará la necesidad de los instrumentos adecuados para realizar su análisis y diagnóstico ambiental.

La metodología DAFO está internacionalmente consensuada y es muy conveniente para determinar con precisión los detalles de cada variable o indicador, que de otra forma pueden aparecer confusamente agregados. Sirve por tanto, para delimitar consideraciones positivas y negativas y transformar las debilidades del barrio en nuevas oportunidades.

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Esta herramienta es muy útil en procesos de   participación ciudadana, y se utiliza en el método EASW de la Unión Europea.

18.GC-Comunicaciones 9Figura 10. Esquema   escenarios alternativos

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4.4  Los Indicadores de Estado

Una vez determinados los tres problemas prioritarios, los alumnos establecen al menos 4 ó 5 indicadores de estado, para verificar con exactitud el estado actual de esas variables y proponer en el Plan de Acción las medidas oportunas para su corrección. Para que los indicadores reflejen adecuadamente la realidad y complejidad urbana es necesario que cumplan una serie de requisitos generales que se enumeran a continuación[3]:

1. Elegir mediciones adecuadas a los resultados: Las mediciones deben ser descriptivas, proporcionando una percepción del funcionamiento del sistema urbano sin juicios previos. Si la medición es evaluativa, el estudio se centrará en el bienestar de los grupos sociales, más que en la eficiencia técnica o económica. Muchas veces es difícil discernir objetivamente datos relativos a la sociedad urbana, y no por eso se deben eliminar este tipo de perspectiva de análisis subjetivo.

2. Elección de modelos de medición adecuados: Las mediciones pueden ser espaciales, económicas, sociales, etc. Cuanto más complejo se haga un modelo de medición, más extensa será su gama de variables, y requerirá un equipo multidisciplinar de expertos. Una medición sofisticada no garantiza un verdadero reflejo de lo que se esté analizando si el diagnóstico no es adecuado.

3. Elección de indicadores objetivos o subjetivos de acuerdo con las variables seleccionadas: Cuando intervienen indicadores objetivos el modelo elegido proporciona una directriz para la selección de las dimensiones adecuadas que hay que supervisar. Si la información se obtiene con indicadores subjetivos reflejará los fenómenos de superficie respecto de los cuales el ciudadano está preocupado en ese momento. Son oportunas en la elaboración de las Agendas 21, contrastar la opinión con la población local y por tanto combinar ambos tipos. Si la elección de indicadores es subjetiva es      preciso establecer coeficientes de ponderación.

4. Determinación de la escala adecuada para cada problema:  de forma que los instrumentos de medición reflejen con la suficiente sensibilidad el fenómeno analizado, según los medios y recursos de la cada localidad.

5. Elección de reglas apropiadas de agregación: Las mediciones a nivel individual (subjetivas), han de estar relacionadas con el fenómeno global. Con el empleo de indicadores objetivos el problema de la suma no resulta tan difícil. En la ciudad, su estructura socio-espacial jerarquizada requiere considerar  estas cuestiones detalladamente para que los resultados globales no desvirtúen el carácter de los sistemas de rango inferior.

18.GC-Comunicaciones 12El éxito de la correcta selección de indicadores reside en obtener indicadores tanto simples como complejos, objetivos como subjetivos, y siempre contrastados con los datos de la percepción cotidiana de los residentes en ese lugar, pero sin sobrevalorarla. Algunas recomendaciones al respecto son:

  1. Realizar análisis espacio-temporales en los cuales se estudie la relación de los ciudadanos con su espacio urbano. Para evaluar la calidad del medio urbano son imprescindibles los indicadores espaciales y de buena accesibilidad  a determinados servicios que pueden servir para la localización de equipamientos urbanos y corregir tendencias negativas (como la dispersión urbana o la zonificación radical de actividades).
  2. Establecer índices empíricos de bienestar preguntando a los ciudadanos acerca de la calidad de su medio, tal y como lo perciben, definiendo las necesidades básicas que se consideren para ello.
  3. Comparar lo proyectado con la realidad, preguntando las preferencias y juicios reales de los ciudadanos cada cierto tiempo, para ver las tendencias y establecer las medidas oportunas.
  4. Para realizar un buen estudio de indicadores, es necesario que las áreas de trabajo sean homogéneas, en cuanto al tejido urbano, social y económico. Una de las primeras tareas, es por lo tanto, diferenciar las zonas homogéneas que componen la zona de trabajo. Algunas características serán obvias para la división. Otras quizás aparezcan en las tomas de datos del lugar. Sin embargo, es importante considerar que existe un problema en la toma de datos estadísticos ya que éstos se organizan, frecuentemente, por las divisiones administrativas de la ciudad, que muchas veces no coincide con el modelo de percepción de los ciudadanos, ni con su carácter social o económico ni con su forma urbana. 

4.5  El Plan de Acción Ambiental, en el Taller de Agendas MAyAB

El Plan de Acción Ambiental se establece a partir de las conclusiones y recomendaciones planteadas en la Auditoria y en la Diagnosis, y es una herramienta que permite ejecutar, de una manera estructurada, coherente y equilibrada, las actuaciones dirigidas a mejorar el Medio Ambiente Local.

Los objetivos generales son variados acordes con cada problemática urbana. Entre las más frecuentes se pueden enumerar las siguientes: reducir las emisiones contaminantes, mejorar y conservar la calidad de vida del municipio, proteger y conservar la riqueza del territorio, optimizar el uso de los recursos naturales (agua y energía), disminuir la dependencia de los recursos no renovables, promover el ejemplo del Ayuntamiento de cara a la ciudadanía, fomentar la participación ciudadana en la toma de decisiones, y fomentar cambios de hábitos y actitudes por parte de la población en el camino hacia la sostenibilidad.

El Plan de Acción es, eminentemente un documento de carácter estratégico, que define las líneas maestras de un proceso a largo plazo de mejora continua y ascendente hacia un desarrollo sostenible. En él se articulan una serie de programas, planes y acciones, en unos casos totalmente diseñados desde el Plan, en otros remitidos a un desarrollo posterior (sobre la base de un compromiso firme), e incorporando a veces actuaciones en marcha. La verificación constante de los diferentes programas es vital para garantizar el éxito y controlar efectos secundarios perjudiciales e impactos ambientales no previstos.

18.GC-Comunicaciones 13En base a los recursos de tiempo y personal municipal disponible se establecerán los objetivos concretos del municipio. Se considera oportuno que los objetivos sean muy concretos y que consideren verdaderamente su viabilidad, vinculándolos a los indicadores considerados. Por ejemplo, reducir el nivel de ruido nocturno en 10 dB en las áreas centrales durante los fines de semana; o incrementar en un 15% el número de viajes en transporte público; o reciclar al menos el 20% de los residuos sólidos municipales, pueden ser metas a corto plazo oportunas y viables para pequeñas localidades. Su cumplimiento servirá de estímulo para alcanzar otros retos mayores a largo plazo.

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El Plan de Acción Ambiental se desarrolla según una estructura jerárquica, que en el Taller de Agendas Locales, por razones de tiempo[4], se concreta en 2 líneas estratégicas. Cada una de las cuales contendrá  al menos 3 programas de actuación (en cada uno de los tres ámbitos analizados, ambiental, socio-económico y urbano), y al menos una serie detallada de proyectos concretos. Se destaca que cada línea estratégica o el Plan debe llevar un buen “slogan”, que sea claro, positivo y sencillo de comprensión por todos los ciudadanos.

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5.   Conclusiones: Reflexión y cuestiones pendientes de cara al futuro

Desde la experiencia propia, a través de los Talleres de Agendas Locales y de Regeneración Urbana Eficiente realizados en los últimos años, podríamos afirmar que todavía queda mucho camino por recorrer para que esta metodología sea la herramienta eficaz para materializar el desarrollo sostenible local. Se repiten algunos errores, entre ellos:

  1. El aspecto ambiental suele ser el más destacado, mientras que lo social y lo urbanístico siguen estando en un segundo plano. El desarrollo sostenible como concepto es todavía percibido exclusivamente con la protección y conservación ambiental. Todavía no se ha integrado con el desarrollo social y con las políticas urbanas. Aunque el panorama actual es bastante negativo, recuérdese que estamos con una huella ecológica del 30% por encima de los recursos del planeta[5], a medio y largo plazo esto constituye un reto de primera magnitud para todos. Faltan buenas políticas concretas y criterios acerca de cómo articular el desarrollo sostenible, especialmente en los sectores económicos más contaminantes, como son la energía y el transporte. Aparecen con frecuencia programas sectoriales o planes de acción muy focalizados, que hacen que se solapen esfuerzos o se dupliquen tomas de datos. La eficacia de los recursos disponibles de cada nación, debe ser una de las principales prioridades en todas las escalas y de su correcto uso, gestión, reposición y mantenimiento.
  2. Este proceso debe surgir de un foro amplio de participación ciudadana (no solo desde la corporación municipal). Son necesarios los foros de reflexión social interaccionados que evalúen los resultados objetivamente, y sirvan como elementos de retro-alimentación del proceso. En  numerosas ocasiones, tanto la idea de realización de la Agenda como de su puesta en ejecución, parte de la corporación municipal de un Ayuntamiento. Si bien es siempre indispensable un dialogo con la autoridad local, si esta particulariza excesivamente el proceso, su devenir a corto plazo puede tener consecuencias negativas para su materialización. Recordemos como son solo cuatro años el periodo ante unas nuevas elecciones, y los plazos de las Agendas deben ser siempre a largo plazo. Sin un foro amplio de participación ciudadana, no se pueden cumplir verdaderamente los objetivos, ya que las respuestas a los problemas ambientales deben pasar por los requerimientos y prioridades que establezcan sus ciudadanos.
  3. Esta metodología debe tener fuerza frente a otros documentos de planeamiento, o el planeamiento debe integrar cuestiones de verdadero desarrollo sostenible. Hoy por hoy, la realización de la Agenda 21 es solo una cuestión de compromiso social de una entidad local. No tiene un respaldo legal que la vincule o jerarquice con otros documentos de planificación urbana o de planes de desarrollo económico, que pueden ser claves para alcanzar el desarrollo sostenible. Con frecuencia se dan situaciones esquizofrénicas, en las que en la Agenda se plasman unos objetivos y proyectos y en los planes urbanísticos otros diametralmente opuestos.

Desde esta perspectiva, el reto de la sostenibilidad urbana es un gran desafío. El teórico Camagni[6] considera las particularidades del ecosistema urbano: “si el foco de reflexión sobre la integración del desarrollo y el entorno se centra en combatir el uso excesivo de los recursos naturales no renovables y en propiciar la unión con el medio natural, no parece posible trasladar automáticamente al ámbito urbano esta perspectiva, porque de hecho la ciudad por definición, es una gran manufactura, un entorno artificialmente creado por el hombre…, por tanto las aportaciones de las soluciones ecosistémicas deben ser matizadas convenientemente. La sostenibilidad urbana… debe entenderse como un proceso evolutivo…se trata de conseguir en conjunto los diversos sistemas que componen la ciudad (sistema económico, sistema social, sistema físico (edificaciones y patrimonio) y el sistema medio ambiental)….tres pilares fundamentales que deben ser tratados de forma integrada.”

Los profesionales, arquitectos y urbanistas deberían participar activamente en los procesos de elaboración, gestión y redacción de Agendas Locales 21. Todavía es muy grande el desconocimiento de esta herramienta que ya tiene más de 20 años. En este sentido el éxito alcanzado por los Talleres de Agendas Locales y de Regeneración Urbana Eficiente del MAyAB, evidencian el interés y la oportunidad de aprender estas nuevas herramientas, y son ya muchos alumnos los que han propuesto Planes de Acción en España y Latinoamérica después de conocer el alcance y las posibilidades de acción de este instrumento.


[1] Cabe destacar en este sentido el FORUM CIVIC de Barcelona, plataforma cívica de amplia participación que ha permitido articular desde la selección de indicadores de sostenibilidad al seguimiento completo del proceso de ejecución de la Agenda 21.

[2] Fuente: Sistema de Información Geográfica de parcelas Agrícolas, SIGPAC

[3] Según el documento preparado por Martín Pfaff, del International Institute for Empirical Social Economics y la Universidad de Ausburgo. Diciembre de 1975

[4] Los talleres se realizan durante 3 a 5 días, en función de la edición del máster.

[5] Wackernagel y Rees 1997.

[6] Cagmani 1999, El desarrollo sostenible: rasgos y fundamentos de un programa de investigación. Papeles de la Economía

Autoras:

Ester Higueras García (Doctora Arquitecta. Profesora titular del Departamento del Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la ETSA de la Universidad Politécnica de Madrid); Emilia Román López (Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio, ETSAM, UPM-Máster en Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática (MAyAB), UPM) y Teresa Eiroa Escalada (Área de Urbanismo, Escuela de Arquitectura, UPSAM-Máster en Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática (MAyAB), UPM)

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