Comunicación Greencities&Sostenibilidad 2013/Comunicaciones Científicas/Edificaciones

 

Resumen

La vinculación tan directa que existe entre el consumo final de energía y el sector de la edificación ha hecho que en los últimos tiempos se hayan adoptado medidas tendentes a favorecer la eficiencia energética, la reducción de emisiones de CO2 y el ahorro de energía primaria.

El Código Técnico de la Edificación contempla entre sus objetivos básicos actuar sobre la envolvente edificatoria, con el fin de reducir la demanda energética, y sobre la incorporación de energías renovables en el edificio, para cubrir parte de la citada demanda. La energía fotovoltaica se contempla en el CTE, para ciertos edificios, con un carácter obligatorio, por lo que cada vez es más protagonista en las nuevas edificaciones. Aparece así como reto a corto plazo el de la integración arquitectónica de este tipo de instalaciones, que además de jugar una función energética, deberán servir como un elemento o componente constructivo más dentro de los propios edificios.

La energía solar fotovoltaica aprovecha la radiación solar para transformarla directamente en energía eléctrica mediante el efecto fotovoltaico. Este efecto consiste en la emisión de electrones por un material cuando se le ilumina con radiación electromagnética. La energía solar fotovoltaica ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años. Este crecimiento se ha producido gracias a los mecanismos de fomento de algunos países que, como España, han propiciado un gran incremento de la capacidad global de fabricación, distribución e instalación de esta tecnología.

A finales de 2012, la potencia instalada en el mundo era de aproximadamente de 100 GW, según datos de la European Photovoltaic Industry Association (EPIA). La energía solar fotovoltaica es actualmente, después de las hidroeléctrica y eólica, la tercera fuente de energía renovable más importante en términos de capacidad instalada a nivel global.Los tres mercados fotovoltaicos europeos más importantes fueron Alemania (7.6GW), Italia (3,3 GW) y Francia (1,2 GW). Fuera de Europa, el récord se sitúa en China (al menos 3.5GW), EEUU (3.2GW) y Japón (2,5 GW).

En este estudio se revisan las tecnologías fotovoltaicas actuales, se analizan las posibilidades de su incorporación a la arquitectura, considerando no sólo sus propiedades eléctricas sino también, y en especial, las constructivas.

 

Abstract

Energy consumption in buildings accounts for a significant percentage of total world energy utilization. Great efforts have been made in order to reduce fossil energy consumption and at the same time Energy Efficiency Directives have been adopted to promote energy efficiency, reducing CO2 emissions and primary energy savings.

The CTE includes among its main objectives to act on the envelopes of buildings, in order to reduce energy demand, and focuses on renewable and non-polluting energy, together with energy efficiency, to cover part of that demand. CTE requires photovoltaic systems as a mandatory service for certain buildings. Building integrated photovoltaic (BIPV) systems replace parts of the conventional building materials and systems in the envelope of buildings, such as the roofs and facades.

Photovoltaic energy transforms solar radiation directly into electricity by the photovoltaic effect. This effect consists in the emission of electrons from a material when illuminated with electromagnetic radiation.

PV has grown exponentially in recent years. In late 2012, the installed capacity in the world was about 100 GW, according to the European Photovoltaic Industry Association (EPIA). Solar PV is currently, after hydro and wind energy, renewable energy source third most important in terms of installed capacity globally. The three major European PV markets were Germany (7.6GW), Italy (3.3 GW) and France (1.2 GW). Outside Europe, the record is in China (at least 3.5GW), USA (3.2GW) and Japan (2.5 GW).

This paper reviews the current state-of-the-art of BIPVs. Building integrated photovoltaic (BIPV) systems may represent a powerful and versatile tool for achieving the ever increasing demand for zero energy and zero emission buildings of the near future. In this respect, BIPVs offer an aesthetical, economical and technical solution to integrate solar cells harvesting solar radiation to produce electricity within the envelopes of buildings.

 

 

1. Introducción

Las células fotovoltaicas son dispositivos que convierten energía solar en electricidad, en un proceso en el que la luz incide sobre un dispositivo semiconductor de dos capas produciendo una diferencia del voltaje o del potencial entre las capas. Las células fotovoltaicas están formadas por metales sensibles a la luz que desprenden electrones cuando los fotones inciden sobre ellos. Convierten la energía luminosa, la luz, en energía eléctrica. Las células convencionales están fabricadas con silicio cristalino y montadas en serie sobre los paneles o módulos. Éstos, que están conectados entre sí, captan la energía solar transformándola en energía eléctrica en forma de corriente continua. Sobre el silicio se coloca una capa fina antirreflectante que mejora su rendimiento y da a la célula un tono azulado. Sobre esta capa se coloca una malla metálica que constituye el contacto óhmico de la cara expuesta al sol.

Hoy en día, en torno al 90 % de las células comerciales se fabrican con obleas de silicio, monocristalino o multicristalino. El uso predominante de este material para la fabricación de módulos comerciales se debe al buen conocimiento de su tecnología, a su relativo alto rendimiento y a su fiabilidad demostrada durante varias décadas. Sin embargo, en el mercado existen otras tecnologías, entre las que destacan las de lámina delgada, así llamadas por el fino espesor de las capas que las constituyen. La tecnología más consolidada en la familia de lámina delgada es la de silicio amorfo. Estos módulos ahorran material y tiempo en su fabricación respecto a los convencionales de silicio monocristalino, pero su rendimiento es aproximadamente la mitad (ver tabla 1). Esta característica los ha relegado durante muchos años al mercado de productos de consumo de baja potencia, como relojes, calculadoras o linternas. De todas formas, el aspecto homogéneo, la versatilidad y las posibilidades de transparencia de los módulos de silicio amorfo los están convirtiendo en una alternativa interesante para la integración en edificios.

Las limitaciones de rendimiento del silicio amorfo han potenciado la búsqueda de materiales policristalinos alternativos para la fabricación de módulos de lámina delgada. Actualmente existe en el mercado una pequeña producción de módulos de teleruro de cadmio (CdTe), material ya considerado hace años para la conversión fotovoltaica. Sin embargo este producto presenta la desventaja del uso para su fabricación del cadmio, un material muy tóxico para el medio ambiente. Una tecnología muy prometedora es la que utiliza en su fabricación el seleniuro de cobre e indio, con la que se han conseguido los módulos de lámina delgada más eficaces hasta ahora (rendimientos alrededor del 15 %, ver tabla 1). Los rendimientos típicos de los módulos comerciales, que resultan siempre inferiores a los de las células individuales con los que están fabricados, oscilan entre un 22 % para los módulos de silicio monocristalino, y un 10 % para módulos de silicio amorfo. La tabla 1 recoge estos valores:

 

Tabla 1. Rendimientos típicos de módulos fotovoltaicos de distintas tecnologías.

Tecnología Rendimientos típicos (%)
Silicio monocristalino 22,9 ± 0,6
Silicio multicristalino 17,55 ± 0,5
CIS 15,7 ± 0,5
Teleruro de cadmio 10,9 ± 0,5
Silicio Amorfo 10,4 ± 0,5

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos obtenidos de “Solar cell efficiency tables (version 37)” Martin A. Green, Keith Emery, Yoshihiro Hishikawa and Wilhelm Warta[1]

 

Actualmente, el desarrollo de materiales para células de silicio se centra en la reducción del espesor de las células, en la mejora de su rendimiento y en el abaratamiento de costes de fabricación. Asimismo, se intensifica la investigación y la comercialización de las tecnologías de lámina delgada. En cuanto al diseño de los módulos fotovoltaicos, la variación en aspectos y tamaños es cada vez mayor, y se adapta a las necesidades de su integración arquitectónica.

En relación a la fabricación de módulos fotovoltaicos, el crecimiento de la industria fotovoltaica en China durante los últimos años es indiscutible, 8 de las 10 principales compañías mundiales fabricantes de módulos fotovoltaicos están ubicadas en China[2].

 

2. Módulos FV para su integración arquitectónica

Existen diversas posibilidades para adecuar el diseño del módulo a las necesidades de cada aplicación arquitectónica. Algunas de las características que pueden variarse, dentro de ciertos límites, son las siguientes:

 

-Tamaño y forma del módulo.

-Estructura constructiva del módulo.

-Forma y tamaño de las células.

-Color de las células y de la cubierta posterior.

-Transparencia del módulo.

-Número de células y su disposición en el módulo (no en módulos de lámina delgada, que son homogéneos).

La estructura del módulo que permite más posibilidades de integración en la arquitectura es la de doble vidrio, en la que el módulo fotovoltaico es parte de un vidrio laminado. En determinadas aplicaciones (ventanas, muros cortina o lucernarios) suele interesar que el módulo fotovoltaico presente una baja transmisión térmica. Para ello, el laminado fotovoltaico se monta como un doble acristalamiento, en el que el módulo se sitúa siempre en la hoja exterior. El espesor de la cámara estanca intermedia oscila entre los 12 y los 16 milímetros para minimizar la transmisión térmica. Otra opción de diseño es instalar el laminado fotovoltaico como la hoja exterior de una fachada ventilada en la que la cámara intermedia no sea estanca. En invierno esta cámara puede cerrarse, con lo que se acentúa la ganancia térmica por el efecto invernadero, mientras que en verano se permite el flujo de aire caliente ascendente hasta su salida. De este modo se reduce la temperatura de trabajo de los módulos, lo que mejora su rendimiento. Además, el aire caliente que se genera en la cámara puede utilizarse para su recirculación en el propio edificio en invierno.

También pueden montarse módulos con protección sonora en muros y fachadas con necesidades en cuanto a aislamientos sonoros. Éstos están constituidos mediante células mono o policristalinas, con una estructura de vidrio templado y un encapsulado. Los módulos con protección sonora son un gran paso adelante en términos de seguridad y adaptación de ventanales y la absorción del sonido está relacionada con el espesor de la lámina de vidrio, encontrándose ésta generalmente dentro de un rango de 30 a 40 dB.

Por lo que se refiere a los soportes de los módulos, las opciones van desde los sistemas de sujeción casi estándar por cuelgue, propios de una fachada ventilada, hasta su fijación como vidrios en un muro cortina o en una ventana.

El color que habitualmente presentan las células puede modificarse mediante la variación del espesor de su capa antirreflectante. Esta capa tiene un espesor optimizado para que sea mínima la reflexión en el rango de longitudes de onda de mayor rendimiento de la célula. La variación del espesor hace que cambie el rango de longitudes de onda reflejadas y, por tanto, el color de la célula, pero también su rendimiento. Por otro lado, el color de la cubierta posterior es muy fácil de cambiar, lo que no afecta significativamente al rendimiento del módulo. El hecho de que los módulos fotovoltaicos puedan ser semitransparentes abre muchas posibilidades de integración arquitectónica al mismo tiempo que ratifica su condición de elementos multifuncionales en la edificación.

 

2.1. Módulos de silicio cristalino en edificios

Hoy en día los módulos de silicio monocristalino consiguen los rendimientos de conversión más altos entre los productos comerciales. Hasta casi un 18 % de la energía incidente puede convertirse en electricidad. Sin embargo, cada vez es más frecuente ver módulos de silicio multicristalino en las fachadas de los edificios. Además de la mejora de su rendimiento, y de su menor precio, la razón de esta proliferación está en una mayor versatilidad en el tamaño y aspecto de las células. El grado de transparencia se consigue fundamentalmente variando el número de células del módulo. Sin embargo, en estos casos, el dibujo de las sombras creado por el módulo es discontinuo. Una forma de suavizar estas sombras consiste en sustituir la cubierta posterior transparente por una traslúcida.

 

 

 

2.2. Módulos de silicio amorfo en edificios

Pese a su menor rendimiento de conversión fotovoltaica, el silicio amorfo tiene un gran potencial para su integración en edificios. Existen numerosos ejemplos de edificios con fachadas o cubiertas a base de módulos de silicio amorfo. Éstos pueden fabricarse en diversos tamaños y formas, y sobre un gran número de substratos diferentes, como vidrio, chapa metálica, acero inoxidable, cerámica o materiales plásticos. Además, la influencia de la temperatura en la potencia generada por el módulo es menor en esta tecnología que en la de silicio cristalino. Otra característica importante de este tipo de módulos es que en el proceso de fabricación puede controlarse fácilmente el espesor del material semiconductor, con lo que se consiguen módulos semitransparentes de transmisión homogénea.

 

2.3. Otros módulos de lámina delgada en edificios

Los módulos de lámina delgada basados en materiales policristalinos son de fabricación más reciente que los de silicio amorfo, por lo que aún no se encuentran muchos ejemplos de integración en edificios. Los módulos de teleruro de cadmio y de seleniuro de cobre e indio tienen un aspecto homogéneo, al igual que los módulos de silicio amorfo, aunque con tonos más oscuros; son módulos prácticamente negros en los que apenas destacan las finas líneas grises de interconexión de las células.

 

3. Aplicaciones

La integración fotovoltaica en edificios (BIPV- Building Integrated Photovoltaics) supone la sustitución de materiales convencionales de construcción por nuevos elementos arquitectónicos fotovoltaicos que son generadores de energía.

Los sistemas fotovoltaicos integrados en edificios tienen unas características particulares. Según Nuria Martín Chivelet e Ignacio Fernández[3], se puede señalar que:

 

1. No producen ruido.

2. No incluyen partes móviles.

3. Son modulares y fácilmente manejables como elementos de construcción.

Los módulos fotovoltaicos se convierten en un  material más de construcción. Y este factor es clave para entender el desarrollo que en los últimos años está teniendo la industria fotovoltaica a la hora de buscar nuevos materiales, cada vez más atractivos, para aplicar en los edificios.

 

3.1. Fachadas

La integración en la fachada de los sistemas fotovoltaicos se puede realizar en base a diferentes estrategias:

– La primera sería integrar módulos fotovoltaicos convencionales sobre una fachada ya construida. Se acoplan directamente mediante sistemas de sujeción tradicionales. Los paneles más demandados para esta aplicación son los policristalinos, debido a los brillos que emiten en distintos tonos azules y que resultan visibles desde distancias considerables.

– La segunda forma posible de integración, consiste en configurar la fachada del edificio empleando para ello los módulos fotovoltaicos como material de construcción. Los paneles pasan a formar parte integral, como un elemento constituyente, de la envolvente del edificio y como tales, tiene que proporcionar las características resistentes necesarias y protegerles frente a los agentes externos. En lo referente al diseño arquitectónico, la fachada adquiere una estética muy modulada gracias al perfecto ensamblaje que se logra entre los paneles. Esta modalidad de integración es la más adecuada cuando se piensa en la energía fotovoltaica desde el proyecto del edificio, resultando más ventajosa desde el punto de vista económico, porque no requieren un doble gasto en materiales fotovoltaicos y en convencionales de fachada.

En el diseño de fachadas fotovoltaicas de edificios de nueva construcción, aspectos tales como la distribución de las ventanas, su orientación y el sistema de ventilación han de ser estudiados detalladamente para conseguir un mayor grado de integración y maximizar la eficiencia energética del edificio. En general, la fachada en la que se disponga un mayor número de paneles deberá estar orientada hacia el sur para que la superficie de exposición al sol sea máxima. Es conveniente aplicar una ventilación adecuada a los módulos para disipar el calor y mejorar, de esta forma, la eficacia de conversión fotovoltaica.

 

3.1.1 Fachadas ventiladas

La fachada ventilada es un cerramiento multicapa formado por una hoja exterior de diferentes materiales, unida mecánicamente a la hoja interior mediante una subestructura de madera, aluminio o acero, y cámara ventilada de anchura variable, donde se coloca habitualmente el aislamiento térmico adosado a la hoja interior (ver figura 1).

Las funciones de la cámara de aire ventilada son las siguientes:

– Colocación del aislamiento por el exterior de todo el cerramiento, consiguiéndose así la eliminación de puentes térmicos.

– Efecto chimenea, disminución de las condensaciones, aportando estanqueidad frente a lluvia y viento, manteniendo seco el aislamiento y la hoja interior. La ventilación se provoca mediante aperturas superiores e inferiores y/o a través del diseño de juntas abiertas por toda la envolvente.

Las fachadas ventiladas con la hoja exterior superpuesta representan una muy buena oportunidad para la integración de los paneles fotovoltaicos. La tecnología de las fachadas ventiladas ya ha desarrollado todos los elementos necesarios para incorporar estos sistemas, sin más que sustituir los paneles de vidrio, aluminio o cerámica por paneles fotovoltaicos.

 

Figura 1. Fachada ventilada con integración de módulos fotovoltaicos en las Oficinas Bauerfeind, Zeulenroda, Alemania. Fuente: Schüco.

Figura 1. Fachada ventilada con integración de módulos fotovoltaicos en las Oficinas Bauerfeind, Zeulenroda, Alemania. Fuente: Schüco.

 

3.1.2 Muros cortina

Un muro cortina es un sistema de cerramiento que se caracteriza porque se trata de un elemento colgado, no apoyado. Es una fachada ligera de montantes y travesaños que tiene un aspecto increíblemente ligero y fino (ver figura 2). La sección de los perfiles que soportan el peso de los vidrios no permite su trabajo a compresión, ya que podrían doblarse por pandeo. Por esto, se cuelgan de anclajes fijados en el forjado superior, así el problema de pandeo desaparece y las secciones de la perfilería han de dimensionarse fundamentalmente para responder a las cargas de viento que ha de soportar. Un muro cortina además debe estar diseñado para resistir la infiltración de aire y agua, fuerzas sísmicas y su peso propio. En este tipo de fachadas, el vidrio convencional se puede reemplazar por otro que incorpore células fotovoltaicas de algún tipo. La manera más sencilla es colocar el panel fotovoltaico como un vidrio, las juntas entre los paneles de vidrio y la perfilería del muro cortina se resuelven mediante perfiles de goma, EPDM. Los cristales se mantienen en su sitio gracias a los presores, unos perfiles continuos de aluminio que están fijados a los montantes y/o travesaños. Como el perfil vertical suele ser hueco se puede aprovechar en muchos casos dicho espacio para llevar el cableado. Para evitar la rotura del vidrio por choque térmico, el vidrio laminado será templado o termoendurecido. El cálculo de los espesores del vidrio tendrá en cuenta además las acciones del viento y las exigencias de resistencia a impactos tanto externos como internos.

Figura 2. Detalle del muro cortina fotovoltaico del edificio GENyO, Granada, España. Fuente: http://www.onyxsolar.com

Figura 2. Detalle del muro cortina fotovoltaico del edificio GENyO, Granada, España. Fuente: http://www.onyxsolar.com

 

 

3.1.3 Marquesinas, lamas y parasoles

La incorporación de módulos fotovoltaicos en parasoles o lamas exteriores, montados por fuera de la fachada para dar sombra constante al edificio, resulta la opción de integración más evidente.

Una primera solución es la de los parasoles fijos, que protegen del sol por encima de la línea de las ventanas y que pueden orientarse del modo más adecuado para asegurar la máxima captación solar (ver figura 3). Las células fotovoltaicas pueden estar insertas en paños de vidrio laminado sujeto a una perfilería de aluminio en ménsula, a través de la cuál se efectúan las conexiones eléctricas al interior del edificio. Otra variante es la de los parasoles metálicos revestidos con paneles solares de lámina delgada. Se debe prever el acceso para la limpieza.

Tanto por su extensión como por su accesibilidad, la mejor opción de integración de módulos fotovoltaicos es la de las lamas que cubren una gran superficie de fachada, fijadas a una estructura intermedia con pasarelas registrables para limpieza. Las lamas pueden ser ajustables y orientarse al sol en busca de la máxima sombra y el máximo rendimiento simultáneamente.

Figura 3. Detalle de las lamas fotovoltaicas Hotel Monte Málaga, Málaga, España.  Fuente: Isofotón

Figura 3. Detalle de las lamas fotovoltaicas Hotel Monte Málaga, Málaga, España.
Fuente: Isofotón

 

3.2. Cubiertas

Las cubiertas son las áreas del edificio donde la integración fotovoltaica es más habitual. La cubierta puede ser algo más que un cierre estanco o una planta técnica en la que se acumulan los equipos mecánicos y eléctricos del interior del edificio.

Las cubiertas se pueden clasificar en dos grandes familias, las cubiertas planas y las inclinadas, que requieren distintas respuestas de integración fotovoltaica. Por otra parte están las cubiertas acristaladas, como atrios y lucernarios, que deben responder a las exigencias simultáneas de transparencia y de estanquidad.

 

3.2.1 Cubiertas inclinadas

Las cubiertas inclinadas son la solución constructiva más tradicional para facilitar la evacuación del agua. Esta pendiente, siempre y cuando esté orientada con un ángulo razonable hacia el sur, se puede aprovechar para proyectar una instalación fotovoltaica.

Las cubiertas inclinadas suelen revestirse con tejas cerámicas o de pizarra, dependiendo de las tradiciones constructivas de cada zona. Las primeras soluciones de aplicación de módulos fotovoltaicos en las cubiertas no pueden denominarse propiamente de integración, sino en todo caso de superposición, con resultados dudosos desde el punto de vista de la imagen final.

Provenientes en su mayoría de Europa Central y del Reino Unido, los fabricantes de módulos fotovoltaicos integrados se han esforzado en desarrollar soluciones de pequeños módulos que simulan el acabado y las dimensiones de las tejas de pizarra propias de sus países, y que se conocen como tejas solares.

Cuando las cubiertas inclinadas se resuelven con paneles metálicos, la integración es más sencilla (ver figura 4). Hasta hace pocos años se seguía la vía de la superposición pero actualmente es más habitual seguir la vía de la integración, gracias a los paneles metálicos con la cara exterior provista de láminas delgadas de silicio amorfo o de seleniuro de cobre e indio.

Figura 4. Instalación de paneles fotovoltaicos realizada directamente sobre una cubierta inclinada en Cocentaina, Alicante, España.  Fuente: Guía de integración solar fotovoltaica

Figura 4. Instalación de paneles fotovoltaicos realizada directamente sobre una cubierta inclinada en Cocentaina, Alicante, España.
Fuente: Guía de integración solar fotovoltaica

 

3.2.2 Cubiertas planas

Instalar unos módulos fotovoltaicos sobre una cubierta plana es la primera forma de integración, y todavía la más habitual, de la generación fotovoltaica en los edificios. No obstante, debemos cuestionarnos sobre el escaso grado de integración alcanzado hasta ahora: en la mayoría de los casos, los paneles se superponen a una cubierta ya existente y, por tanto, no se sustituyen a ningún otro elemento constructivo.

Por otro lado, su montaje tiene que ser muy cuidadoso ya desde el proyecto, para que las fijaciones de la estructura de los módulos no perforen la lámina impermeable de la cubierta.

En la figura 5, la vivienda “Living Light House”, presentada por la universidad UT Knoxville al concurso Solar Decathlon celebrado en Washington en 2011. La vivienda, completamente basada en sistemas prefabricados, cuenta con un sistema de paneles fotovoltaicos integrados sobre la cubierta plana.

Figura 5. Módulos fotovoltaicos colocados en la cubierta plana de una vivienda autosuficiente “Living Light House”. Fuente: inhabitat.com

Figura 5. Módulos fotovoltaicos colocados en la cubierta plana de una vivienda autosuficiente “Living Light House”. Fuente: inhabitat.com

3.2.3 Lucernarios y atrios.

En la actualidad los lucernarios y atrios se suelen construir integrando los módulos fotovoltaicos en una subestructura portante de montantes y travesaños. Los vidrios de doble acristalamiento de las cubiertas se remplazan por paneles fotovoltaicos con cierto grado de transparencia (ver figura 6), montados a su vez en un doble acristalamiento para no perder prestaciones de transmisividad térmica.

Si los módulos fotovoltaicos se van a integrar en las zonas de visión de una cubierta acristalada, el módulo se situará en la hoja exterior del doble acristalamiento, que además incorporará otras láminas de baja emisividad y posiblemente de control solar. Para evitar roturas del vidrio debido a choque térmico, el vidrio laminado se deberá templar. El conjunto del doble acristalamiento también deberá soportar acciones estructurales como las del viento, sobrecargas de mantenimiento e impactos.

Si los módulos fotovoltaicos se integran en las zonas opacas del lucernario o atrio, se puede emplear un módulo fotovoltaico opaco, tanto de lámina delgada como de silicio amorfo. El módulo se puede integrar en vidrio simple o doble. Si se emplea vidrio doble, se puede hacer opaco con una capa cerámica. Si se emplea vidrio simple, conviene drenar la cámara situada detrás de éste y aislar la cara interna con una barrera de vapor. El calor generado en la cámara obliga a emplear en todos los casos vidrio templado o termoendurecido.

En el diseño de un sistema de atrio acristalado con módulos fotovoltaicos es importante el estudio pormenorizado del recorrido y registro de los cables a lo largo de los montantes y travesaños, la impermeabilización de las perforaciones a través de los perfiles, la durabilidad de los sellados de borde del doble acristalamiento y la capacidad del módulo fotovoltaico de soportar las cargas del viento, nieve y mantenimiento. La solución de impermeabilización también es especialmente delicada: la perfilería debe tener una línea interior de evacuación del agua infiltrada y no confiar la estanquidad solamente al sellado exterior.

Figura 6. Lucernario fotovoltaico instalado en el mercado de San Antón, Madrid, España. Fuente: http://www.onyxsolar.com

Figura 6. Lucernario fotovoltaico instalado en el mercado de San Antón, Madrid, España. Fuente: http://www.onyxsolar.com

 

4. Ejemplos de integración arquitectónica

A continuación, se incluyen varios ejemplos recientes que ilustran distintas estrategias de buenas prácticas arquitectónicas para la integración de las instalaciones fotovoltaicas[4].

 

4.1 Centro Sanitario “Reina Sofía” para enfermos de Alzheimer, Madrid

El Centro Sanitario “Reina Sofía” para enfermos de Alzheimer es un centro de referencia nacional en investigación, enseñanza y tratamiento sobre el Alzheimer. Se trata de un proyecto del estudio de arquitectura Lamela Arquitectos, que se compone de varios edificios, un hospital, un centro de día para el tratamiento de enfermos y dos edificios dedicados a la enseñanza y la investigación sobre esta enfermedad. Ocupa una superficie construida total de 18.500 m2. En el edificio de mayor altura, el centro de investigación, se sitúa la fachada fotovoltaica, construida con 400 paneles fotovoltaicos sobre lamas, integrados a modo de segunda piel, a modo tanto de protección solar como térmica del edificio. Se utilizaron tres tipos diferentes de lamas para conseguir la máxima integración arquitectónica sobre la envolvente del edificio. La fachada de paneles fotovoltaicos se integra en los elementos de protección solar. La potencia fotovoltaica instalada es de 19,92 kWp. Los paneles fotovoltaicos son paneles laminados y paneles laminados transparentes de células fotovoltaicas de silicio-monocristalino.

Las 400 lamas fotovoltaicas de vidrio-vidrio se integran en 25 filas en las fachadas sureste y suroeste (ver figura 7). La estructura de soporte está fabricada mediante perfiles de aluminio y se separa de las fachadas principales del edificio 80 cm. formando de este modo una segunda piel. El ángulo de inclinación de las lamas es 60º, y la distancia entre las filas de lamas es de 45 cm., con objeto de minimizar las pérdidas por posible sombreamiento.

El proyecto se ha diseñado de acuerdo a una estrategia medioambiental que incluye las condiciones de la parcela, los cerramientos, la calidad ambiental interior, el uso eficiente del agua, la energía, y la incorporación de sistemas de energía solar térmica y fotovoltaica. La energía que produce el edificio es vendida a la empresa suministradora.

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Figura 7. Detalles de las lamas fotovoltaicas en las fachadas del centro de investigación del Centro Alzheimer de la Fundación Reina Sofía.Fuente: Estudio de Arquitectura Lamela.

 

4.2. Hotel Monte Málaga, Málaga

El edificio del hotel Monte Málaga se localiza en Málaga. Es un proyecto de los arquitectos  Juan Manuel Rojas Fernández, Juan Ramón Montoya y Jerónimo Vega. Este hotel integra como parte de su estrategia bioclimática la instalación de un sistema de paneles fotovoltaicos integrados en las lamas de las fachadas del edificio que sirven de protección solar de las superficies acristaladas de éstas. La potencia fotovoltaica instalada es de 54 kWp, mediante paneles laminados en marco de módulos transparentes de células fotovoltaicas de silicio-monocristalino

Los módulos fotovoltaicos se integran como elementos de protección solar de las habitaciones (ver figura 8). El sistema de soporte de éstos queda oculto de modo que no es posible percibirlo desde el exterior del edificio.

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Figura 8. Detalles de las lamas fotovoltaicas de la fachada del Hotel Monte Málaga. Fuente: Isofotón


4.3. Distrito C de Telefónica, Madrid

El conjunto de edificios del Distrito C de Telefónica en Madrid es un proyecto del estudio de arquitectura Rafael De la Hoz, integra sobre su cubierta plana una planta fotovoltaica de 2,9 MWp. La planta se divide en 24 plantas independientes de 100kW, conectadas a la red de distribución a través de 5 centros de transformación de 630 kVA cada uno. La energía que produce el edificio es vendida a la empresa suministradora.

Los paneles ocupan más de 21000 metros cuadrados y están colocados en posición horizontal sobre la cubierta plana del edificio a 30 metros de altura (ver figuras 9 y 10). Debajo de esta cubierta se sitúan varios de los edificios que componen el distrito C. Se trata de paneles laminados en marco de células de silicio-monocritalino y son además elementos de protección solar, arrojando sombras sobre estos edificios. El sistema de generación de energía fotovoltaica se ha diseñado también desde el punto de vista del mantenimiento, siendo de fácil acceso y con la seguridad suficiente para realizar trabajos de mantenimiento en altura.

Figura 9. Vista aérea general del conjunto de edificios Distrito C de Telefónica en Madrid. Fuente: Telefónica.Figura 9. Vista aérea general del conjunto de edificios Distrito C de Telefónica en Madrid. Fuente: Telefónica.

Figura 9. Vista aérea general del conjunto de edificios Distrito C de Telefónica en Madrid. Fuente: Telefónica.

Figura 10. Detalle de la cubierta plana fotovoltaica del Distrito C de Telefónica en Madrid. Fuente: Iberinco.

Figura 10. Detalle de la cubierta plana fotovoltaica del Distrito C de Telefónica en Madrid. Fuente: Iberinco.


5. Conclusiones

Desde el punto de visto constructivo, requisitos como el aspecto (color, transparencia, tamaño, etc.), la impermeabilización, la resistencia frente al viento, la durabilidad y el adecuado mantenimiento son fundamentales en las instalaciones fotovoltaicas que se incorporan a la edificación como elementos de cerramiento.

De entre las distintas opciones de integración de los módulos fotovoltaicos destacan:

 

–         Las fachadas ventiladas, su cámara ventilada permite reducir las temperaturas y proporciona espacio para el cableado.

–         Los muros cortina, en especial los sistemas modulares, que al ser prefabricados en taller, tienen la ventaja de que tanto la instalación como la conexión de los módulos se realiza bajo mejores condiciones de calidad.

–         Los parasoles, lamas y voladizos, por su función de elementos de sombra presentan un soporte óptimo para integrar los módulos fotovoltaicos.

–         Las cubiertas son las zonas del edificio donde la instalación fotovoltaica es más habitual. Sin embargo, para una correcta integración de los paneles se debe evitar la solución de superposición y optar por soluciones mediante módulos diseñados específicamente.

 

Para una adecuada integración de estos elementos en los edificios, las instalaciones fotovoltaicas se deben incorporar a los cerramientos como un nuevo material de construcción. Para ello, es fundamental que se trabaje con este requisito desde las primeras fases del proceso de ideación del proyecto arquitectónico.

 

Referencias

 

CAAMAÑO MARTÍN, Estefanía. Edificios fotovoltaicos conectados a red: Características y Posibilidades Energéticas. Madrid, Instituto de Energía Solar, Universidad Politécnica de Madrid. 1998, Tesis Doctoral.

FERNÁNDEZ SOLLA, Ignacio, MARTÍN CHIVELET, Nuria. La envolvente fotovoltaica en la arquitectura. Barcelona. Ed. Reverté, 2007. ISBN: 978-84-2912112-4.

Guía de Integración solar fotovoltaica. Madrid: Consejería de economía y hacienda. Comunidad de Madrid, 2009.

Informe anual 2009. Hacia la Consolidación de la energía solar fotovoltaica en España. Madrid, ASIF, 2009.

Plan de Energías Renovables PER 2011-2020. Madrid: IDEA, 2011.

Pliego de condiciones técnicas para instalaciones de energía solar fotovoltaicas conectadas a red. Madrid: IDEA, 2011.

PRASAD D., SNOW M. Designing with Solar Power – a source book for Building Integrated Photovoltaics. Victoria (etc…), Images Publishing, 2005.ISBN: 978-18-7690717-4.

Revista Tectónica. Tectónica. 2010, Nº 31. Madrid: ATC Ediciones, 1996- . ISSN: 1136-0062.

Revista Tectónica. Tectónica. 2003, Nº 16. Madrid: ATC Ediciones, 1996- . ISSN: 1136-0062.

ROBERTS, Simon. Building integrated photovoltaics : a handbook. Basel [etc.] : Birkhäuser, 2009. ISBN: 978-37-6439948-1.

Páginas Web:

www.asif.org (Unión española fotovoltaica)

www.idae.es (Instituto para la diversificación y ahorro energético)

www.inhabitat.com (Diseño sostenible)

www.pvdatabase.org (Base de datos, Integración Arquitectónica)

www.energiasolaresp.com (Energía solar España)

 

Índice de figuras y tablas:

Tabla 1. Rendimientos típicos de módulos fotovoltaicos de distintas tecnologías.Fuente: Elaboración propia a partir de los datos obtenidos de “Solar cell efficiency tables (version 37)” Martin A. Green, Keith Emery, Yoshihiro Hishikawa and Wilhelm Warta.

Figura 1. Fachada ventilada con integración de módulos de energía solar fotovoltaicos en las Oficinas Bauerfeind, Zeulenroda, Alemania. Fuente: Schüco.

Figura 2. Detalle del muro cortina fotovoltaico del edificio GENyO en Granada, España.Fuente: http://www.onyxsolar.com

Figura 3. Detalle de las lamas fotovoltaicas Hotel Monte Málaga, Málaga. Fuente: Isofotón.

Figura 4. Instalación de paneles fotovoltaicos realizada directamente sobre una cubierta inclinada en Cocentaina, Alicante, España. Fuente: Guía de integración solar fotovoltaica.

Figura 5. Módulos fotovoltaicos colocados en la cubierta plana de una vivienda autosuficiente “Living Light House”. Fuente: inhabitat.com.

Figura 6. Lucernario fotovoltaico instalado en el mercado de San Antón, Madrid, España.Fuente: http://www.onyxsolar.com

Figura 7. Detalles de las lamas con paneles fotovoltaicos en la fachada del centro de investigación del Centro Alzheimer de la Fundación Reina Sofía.Fuente: Estudio de Arquitectura Lamela.

Figura 8. Detalles de las lamas fotovoltaicas de la fachada del Hotel Monte Málaga. Fuente: Isofotón.

Figura 9. Vista aérea general del conjunto de edificios Distrito C de Telefónica en Madrid. Fuente: Telefónica.

Figura 10. Detalle de la cubierta plana fotovoltaica del Distrito C de Telefónica en Madrid. Fuente: Iberinco.

 

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Nombre y Apellido: Cristina Iglesias Placed

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Fax: +0034 952301228

E-mail: ciglesiasplaced@uma.es

 

Agradecimientos

El documento aquí presentado forma parte del trabajo realizado por investigadores del grupo de investigación HATUPASO de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Málaga. Este grupo se encuentra actualmente participando en el proyecto de investigación ITC-20111049 “Investigación sobre edificación sismorresistente energéticamente eficiente e inteligente en su ciclo de vida” (IESEI) financiado por el programa FEDER-INNTERCONECTA de la convocatoria de 2011.

Así mismo agradecer a los partners del proyecto por la gran labor que está siendo realizada: CONSTRUCCIONES SANCHEZ DOMINGUEZ SANDO, S.A.; NEBRO MELLADO & CONSULTORES, S.L.; MESUREX AERONAUTICS DIVISION, S.L.; IELCO, S.L.; GRUPO ACT TECHNOLOGY S.L.; PROCEDIMIENTOS UNO, S.L.; CONSTRUCCIONES VERA, S.A.

 

[1] Progress in Photovoltaics: Research and Applications. 2011; 19:84–92. Published online in Wiley Online Library (wileyonlinelibrary.com). DOI: 10.1002/pip.1088. Solar cell efficiency tables (version 37)Martin A. Green, Keith Emery, Yoshihiro Hishikawaand Wilhelm Warta.

2 http://www.energiasolaresp.com

[3] Nuria Martín Chivelet e Ignacio Fernández Solla, La envolvente fotovoltaica en la arquitectura.

[4] Datos obtenidos de PV Database. Building integrated and urban photovoltaic solar energy projects and products.

 

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